Android Revoluciona el Estudio de la Ionosfera para Mejorar la Precisión del GPS

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Los teléfonos inteligentes Android se han convertido en poderosas herramientas científicas que están revolucionando nuestra comprensión de la atmósfera superior terrestre. Un equipo de investigadores de Google y la Universidad de Colorado Boulder ha logrado crear el mapa más detallado hasta la fecha de la ionosfera utilizando datos de millones de teléfonos Android en todo el mundo.

La ionosfera, una capa atmosférica que se extiende más de 560 kilómetros sobre la superficie terrestre, juega un papel fundamental en las comunicaciones satelitales y la precisión del GPS. Esta región está compuesta por partículas cargadas eléctricamente que pueden distorsionar las señales de navegación por satélite.

"Los teléfonos inteligentes cubren el doble de la ionosfera que las estaciones de monitoreo científico tradicionales", explica Brian Williams de Google Research. "Es como tener una estación de monitoreo científico en cada ciudad donde hay teléfonos".

Los investigadores aprovecharon los sensores GPS incorporados en los teléfonos Android para recolectar datos sobre cómo la atmósfera afecta las señales provenientes de los satélites. Este método innovador permite observar aproximadamente el 21% de la ionosfera, en comparación con solo el 14% que se podía monitorear anteriormente con equipos especializados.

Durante una tormenta solar en mayo de 2024, la red de teléfonos logró capturar la formación de "burbujas de plasma" sobre Sudamérica, un fenómeno atmosférico que afecta la precisión del GPS. Estas observaciones detalladas ayudarán a mejorar la exactitud de la navegación por satélite en varios órdenes de magnitud.

El estudio demuestra el potencial inexplorado de la tecnología cotidiana. La profesora Jade Morton, coautora del estudio, señala: "He dedicado mi vida a construir instrumentos especializados para investigación científica, pero la tecnología actual nos ofrece sensores con capacidades que nunca imaginamos".

Los datos recopilados se han hecho públicos, permitiendo a cualquier persona observar los cambios atmosféricos durante un período de ocho meses. Este avance promete mejorar significativamente la precisión del GPS, beneficiando aplicaciones que requieren alta exactitud, como el aterrizaje de aeronaves.