El Ministerio de Comercio de China (MOFCOM) ha iniciado una investigación sobre los subsidios otorgados por el gobierno estadounidense bajo la Ley CHIPS y Ciencia, alegando que estas ayudas perjudican a los fabricantes chinos de semiconductores.
La investigación surge tras recibir quejas de empresas nacionales que argumentan que los $52.7 mil millones asignados por la administración Biden para la producción, investigación y desarrollo de la fuerza laboral en semiconductores, otorgan una ventaja injusta a las compañías estadounidenses.
Según el MOFCOM, estos subsidios permiten a los fabricantes estadounidenses exportar chips de nodos maduros a China a precios reducidos, lo que afecta negativamente a los competidores locales.
Entre las empresas estadounidenses beneficiadas por la ley se encuentran GlobalFoundries, SkyWater Technologies, Microchip, Polar y Texas Instruments, que producen chips en tecnologías de proceso especializadas o maduras.
El momento de esta investigación coincide con los esfuerzos de China por expandir su capacidad de producción de chips en un 60% en los próximos tres años, principalmente en nodos maduros de 28nm y tecnologías menos avanzadas. Estos chips, aunque básicos, son fundamentales para electrodomésticos y dispositivos de comunicación cotidianos.
La disputa refleja la creciente tensión en el mercado global de semiconductores, donde China busca proteger sus inversiones en fábricas de chips construidas con importantes subsidios gubernamentales, mientras Estados Unidos intenta fortalecer su industria nacional.