Tesla, el gigante de vehículos eléctricos, atraviesa un momento crítico en 2025 con aproximadamente 2,400 Cybertrucks sin vender, valorados en $200 millones, a pesar de haber anunciado anteriormente más de un millón de reservas previas.
La situación se ha agravado hasta el punto de que la compañía ahora rechaza aceptar sus propios Cybertrucks como parte de pago, obligando a algunos propietarios a recurrir a la Ley Limón para resolver sus problemas con los vehículos.
Las ventas mensuales del Cybertruck alcanzaron su punto máximo en septiembre del año pasado con 5,308 unidades, pero desde entonces han caído drásticamente. Un reciente llamado a revisión afectó a casi todas las unidades vendidas, revelando que Tesla solo había entregado 46,000 camionetas en total.
Las recientes controversias políticas relacionadas con Elon Musk y su apoyo a Donald Trump han desencadenado protestas masivas bajo el movimiento "Tesla Takedown" en más de 253 ciudades alrededor del mundo. Esta situación ha impactado negativamente en la imagen de la marca y ha provocado un boicot global.
Los valores de reventa de Tesla han experimentado una caída significativa, con los precios de Cybertrucks usados disminuyendo un 55% en comparación con el año anterior. Los concesionarios de autos usados también muestran resistencia a comprar estos vehículos, ofreciendo precios considerablemente bajos mientras esperan que el mercado se estabilice.
La combinación de estos factores, junto con las tensiones comerciales generadas por los aranceles de Trump, ha creado un panorama incierto para el futuro de Tesla, que lucha por mantener su posición en el mercado de vehículos eléctricos.