El gigante manufacturero taiwanés Foxconn, principal proveedor de Apple, declaró que espera un impacto menor de los nuevos aranceles propuestos por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, en comparación con sus competidores, gracias a su extensa red global de producción.
Young Liu, presidente de Foxconn, explicó en una conferencia en Taipéi que el efecto principal de los nuevos aranceles recaería sobre sus clientes, dado que el modelo de negocio de la empresa se basa en la manufactura por contrato.
"Si bien los clientes podrían optar por reubicar su producción, nuestra amplia presencia internacional nos coloca en una posición ventajosa", señaló Liu.
Trump anunció recientemente que en su primer día en el cargo impondría un arancel del 25% a todos los productos provenientes de México y Canadá, además de un cargo adicional del 10% a las importaciones chinas.
Aunque Foxconn mantiene grandes instalaciones en China, incluyendo una enorme planta de ensamblaje de iPhone, la compañía ha diversificado sus operaciones en años recientes con inversiones en Estados Unidos, México y Vietnam. En México, actualmente construye una importante instalación para la producción de superchips GB200 de Nvidia.
La empresa indicará sus planes específicos para Estados Unidos después del 20 de enero, cuando Trump asuma la presidencia y sus políticas sean más claras. "Lo que vemos ahora es una negociación entre naciones, no entre empresas", añadió Liu.
Durante la anterior presidencia de Trump, Foxconn anunció una inversión de $10 mil millones en Wisconsin, proyecto que posteriormente fue mayormente abandonado. Recientemente, una subsidiaria de la empresa invirtió $33 millones en la adquisición de terrenos e instalaciones fabriles en el condado de Harris, Texas.
Liu confirmó que Foxconn continuará invirtiendo en México, ya que la empresa considera que la tendencia actual se dirige hacia la manufactura regional.