Intel ha recibido un pago de 536 millones de dólares (515,55 millones de euros) por parte de la Comisión Europea, marcando el final de una extensa batalla legal que comenzó en 2009.
Este reembolso corresponde a los intereses generados por una multa original de 1.100 millones de dólares que fue anulada en gran parte por el Tribunal General de la Unión Europea en 2022.
La disputa se originó cuando la Comisión Europea acusó a Intel de prácticas anticompetitivas entre 2002 y 2007, específicamente por utilizar rebajas para desalentar a los fabricantes de computadoras de comprar chips a su competidor AMD.
Sin embargo, el tribunal encontró deficiencias sustanciales en el análisis económico de la Comisión y revocó la mayor parte de la sanción, manteniendo solo una porción de 386 millones de dólares.
La jefa antimonopolio de la UE, Teresa Ribera, confirmó el pago de intereses a Intel, que representa una victoria notable para la empresa estadounidense en su prolongada disputa con los reguladores europeos.
El caso, que comenzó cuando Intel impugnó la multa en 2014, ha puesto en tela de juicio los métodos de evaluación económica de la Comisión Europea en casos de competencia y la duración de sus procesos legales.
A pesar de esta victoria legal, Intel continúa operando en un mercado de semiconductores cada vez más competitivo, enfrentando desafíos de rivales como AMD y nuevos participantes en el mercado.
Esta resolución establece un precedente importante para futuros casos antimonopolio en la Unión Europea y la gestión de reclamaciones de intereses sobre multas anuladas.