Mercedes-Benz ha dado un paso revolucionario en el desarrollo de baterías para vehículos eléctricos al comenzar las pruebas de una nueva batería de estado sólido que promete una autonomía superior a los 1000 kilómetros con una sola carga.
La prestigiosa marca alemana, en colaboración con la empresa estadounidense Factorial Energy, está realizando ensayos preliminares utilizando un Mercedes EQS modificado como vehículo de pruebas. Las modificaciones se han centrado principalmente en la adaptación del compartimento de la batería.
El prototipo incorpora un innovador sistema de soporte de celdas flotante con actuadores neumáticos, desarrollado por los ingenieros de Fórmula 1 de Mercedes-Benz en Brixworth. Este sistema gestiona la expansión y contracción de los materiales durante los ciclos de carga y descarga, mejorando la estabilidad y longevidad de la batería.
La nueva tecnología de almacenamiento de energía ofrece un incremento del 25% en autonomía comparado con una batería de iones de litio de tamaño y peso equivalentes. Como referencia, el actual EQS 450+ con su batería de iones de litio de 118kWh alcanza una autonomía de 822 kilómetros según el ciclo WLTP.
Las celdas suministradas por Factorial Energy presentan una densidad energética de hasta 391Wh/kg y una capacidad de carga superior a 106Ah. La batería cuenta con un ánodo de litio metálico patentado y un separador polimérico.
Este desarrollo marca el primer paso hacia una batería de estado sólido más avanzada, denominada internamente "Solstice", que utilizará un electrolito sólido basado en sulfuro. El objetivo es alcanzar una densidad energética de 450Wh/kg, lo que supondría un aumento del 80% en la autonomía respecto a las baterías actuales.
Mercedes-Benz planea introducir esta tecnología en vehículos de producción antes del final de esta década, comenzando probablemente con su nueva línea de vehículos compactos, incluyendo los sucesores del CLA, GLA/EQA y GLB/EQB.