Microsoft se enfrenta a una demanda colectiva por valor de £1.000 millones (aproximadamente $1.270 millones) en el Reino Unido por presuntamente cobrar tarifas excesivas a clientes que utilizan servicios en la nube de la competencia.
La demanda, presentada por la abogada especialista en competencia María Luisa Stasi ante el Tribunal de Apelación de Competencia del Reino Unido, alega que Microsoft cobra precios más altos por las licencias de Windows Server a las empresas que utilizan servicios de Amazon Web Services (AWS), Google Cloud Platform o Alibaba Cloud, en lugar de su propia plataforma Azure.
Según la demanda, Microsoft ofrece precios más bajos a las empresas que ejecutan Windows Server en Azure, mientras que impone tarifas más elevadas cuando el mismo software se utiliza en plataformas de la competencia. Esta práctica efectivamente penaliza a las empresas por elegir soluciones alternativas de computación en la nube.
"Microsoft está castigando a las empresas y organizaciones británicas por usar Google, Amazon y Alibaba para la computación en la nube, obligándolas a pagar más dinero por Windows Server", explicó Stasi. "De esta manera, Microsoft intenta forzar a los clientes a usar su servicio Azure y está restringiendo la competencia en el sector".
La demanda colectiva representa a miles de empresas y organizaciones británicas bajo un modelo de "exclusión voluntaria", lo que significa que cualquier empresa potencialmente afectada está automáticamente incluida y podría recibir una compensación si Microsoft pierde el caso.
Las pequeñas empresas británicas son particularmente vulnerables a estos supuestos sobrecargos, especialmente considerando el aumento en los costos de computación en la nube en el Reino Unido, que según encuestas recientes se han incrementado aproximadamente un 14% en solo un año.
Microsoft no ha emitido comentarios sobre la demanda hasta el momento.
Esta acción legal coincide con un mayor escrutinio por parte de las autoridades de competencia británicas sobre las prácticas en la industria de la nube, y sigue a casos similares en Europa donde Microsoft ya ha enfrentado acusaciones comparables sobre sus prácticas de licenciamiento.