Una revolución está por llegar al mundo de la computación personal. Nvidia, el gigante de las tarjetas gráficas, está preparando el terreno para una nueva generación de computadoras que funcionarán con Linux como sistema operativo principal.
El punto de partida es el Project DIGITS, una potente computadora de escritorio que ejecuta DGX OS, una versión personalizada de Ubuntu Linux 22.04. Este equipo está impulsado por el revolucionario chip Grace Blackwell Superchip, desarrollado en colaboración entre Nvidia y MediaTek.
Las especificaciones son impresionantes: un GPU Blackwell combinado con una CPU Grace de 20 núcleos basada en arquitectura ARM. El rendimiento alcanza 1 petaflop en precisión FP4 y puede manejar modelos de lenguaje de hasta 200 mil millones de parámetros.
Durante el CES, Jensen Huang, CEO de Nvidia, confirmó que esta tecnología no estará limitada a desarrolladores de IA. "Vamos a convertir esto en un producto masivo", declaró Huang, señalando la intención de competir directamente con Intel y AMD en el mercado de CPUs de escritorio.
Aunque el Project DIGITS tiene un precio inicial de $3,000, se espera que fabricantes como Acer, Asus y Lenovo lancen equipos más accesibles, posiblemente alrededor de los $1,000, utilizando esta tecnología.
La decisión de usar Linux como sistema operativo principal no es casualidad. El sistema ya funciona nativamente con el Grace Blackwell Superchip, mientras que Windows en ARM aún enfrenta limitaciones significativas en compatibilidad y rendimiento.
La relación entre Nvidia y Linux ha mejorado notablemente en los últimos años. Los controladores de código abierto para GPUs Nvidia ahora funcionan tan bien como los propietarios, y Canonical, la empresa detrás de Ubuntu, ha trabajado estrechamente con Nvidia para ofrecer la mejor integración posible.
Rick Tsai, vicepresidente y CEO de MediaTek, expresó su entusiasmo: "Nuestra colaboración con Nvidia en el GB10 Superchip se alinea con la visión de MediaTek de hacer que la gran tecnología sea accesible para todos."
Se espera que los primeros productos para consumidores lleguen al mercado este mismo año, marcando posiblemente el inicio de una nueva era en la computación personal donde Linux podría finalmente establecerse como una alternativa mainstream para el escritorio.