Los gigantes tecnológicos Nvidia y AMD están incrementando la producción y envío de sus próximas tarjetas gráficas antes del 20 de enero, fecha en que entrarían en vigor los nuevos aranceles propuestos por la administración Trump.
Las medidas arancelarias contempladas incluyen gravámenes del 10% al 20% sobre productos importados en general, con una tasa especial del 60% para importaciones provenientes de China. Esta política busca incentivar el retorno de la manufactura a territorio estadounidense.
El impacto en los precios podría ser sustancial. Por ejemplo, si la esperada RTX 5090 de Nvidia llegara con un precio sugerido de $1,799, los nuevos aranceles podrían elevarlo hasta más de $2,500.
Aunque Nvidia y AMD fabrican sus chips con TSMC y Samsung, el ensamblaje final de las tarjetas gráficas, incluyendo sistemas de enfriamiento y otros componentes, se realiza mayormente en China a través de empresas como Foxconn y BYD. También fabricantes como Asus, MSI, Gigabyte y Zotac tienen gran parte de sus operaciones de ensamblaje en territorio chino.
El impacto no se limitaría solo a las tarjetas gráficas. Según un informe de la Asociación de Tecnología de Consumo (CTA), otros productos también verían incrementos significativos:
- Laptops: hasta 45%
- Smartphones: 25.8%
- Monitores: 31.2%
- Consolas de videojuegos: 40%
Las empresas están acelerando sus envíos para almacenar productos en Estados Unidos antes de la fecha límite, buscando evitar trasladar estos aumentos a los consumidores. Sin embargo, los expertos anticipan que eventualmente los precios más altos serán inevitables cuando se agoten los inventarios pre-arancel.
Nvidia presentará su serie RTX 5000 en el CES en poco más de una semana, mientras AMD revelará la serie Radeon 9000, ambos lanzamientos bajo la sombra de esta nueva política comercial que podría afectar dramáticamente los precios finales al consumidor.