Samsung Electronics, el gigante tecnológico surcoreano, se enfrenta a un panorama desafiante para 2024 debido a múltiples factores que amenazan su negocio de semiconductores.
Los analistas han reducido significativamente las previsiones de ganancias de Samsung para el próximo año. Según FnGuide, se espera que las ganancias operativas caigan a 40.48 billones de wones ($30 mil millones), un 36.3% menos que las proyecciones de agosto.
El principal desafío proviene de los competidores chinos que están inundando el mercado de memoria DRAM con productos a precios más bajos. Empresas como ChangXin Memory Technologies ofrecen chips DRAM a casi la mitad del precio de Samsung. En noviembre, el precio promedio de la memoria DRAM cayó un 20.6%.
La situación podría empeorar si Donald Trump regresa a la presidencia de Estados Unidos, ya que sus políticas proteccionistas podrían aumentar los aranceles y debilitar la demanda de dispositivos que utilizan chips de Samsung.
En el campo de la inteligencia artificial, Samsung aún no ha demostrado una ventaja tecnológica sobre sus competidores. El retraso en el suministro de chips HBM3E a Nvidia hasta el próximo año complica aún más la situación.
A nivel nacional, la empresa enfrenta obstáculos regulatorios. La propuesta K-Chips Act, que busca eximir al personal de I+D de semiconductores del límite de 52 horas semanales de trabajo, permanece estancada en el proceso legislativo.
Las estimaciones para las ganancias operativas del próximo año varían ampliamente, desde 55 billones hasta 24 billones de wones, reflejando la incertidumbre que rodea el futuro inmediato de la empresa.