TSMC y Broadcom, dos gigantes tecnológicos, están evaluando la posibilidad de adquirir diferentes segmentos de Intel, según fuentes citadas por The Wall Street Journal. Esta potencial operación podría resultar en la división de una de las empresas más emblemáticas de la industria de semiconductores.
De acuerdo al informe, Broadcom está interesada en las divisiones de diseño y marketing de chips de Intel, mientras que TSMC considera hacerse cargo de las plantas de fabricación. Broadcom ya ha iniciado conversaciones informales con asesores sobre una posible oferta, aunque solo procedería si encuentra un socio para gestionar la parte manufacturera.
La situación actual de Intel ha atraído el interés de posibles compradores tras una serie de contratiempos. La empresa registró pérdidas de $7 mil millones en su segmento de fabricación durante 2023, y su valor en bolsa ha caído un 60%. El reciente despido de su CEO, Pat Gelsinger, en diciembre, tras retrasos en planes de manufactura y pérdida de participación en el mercado de chips de IA, ha intensificado las especulaciones sobre su futuro.
Sin embargo, cualquier acuerdo enfrenta obstáculos considerables, principalmente la oposición del gobierno estadounidense. La Casa Blanca ha expresado preocupaciones sobre la posibilidad de que una empresa extranjera opere las fábricas de Intel en Estados Unidos, considerando estas instalaciones como estratégicamente importantes para la seguridad nacional.
Las discusiones se encuentran en etapa preliminar y no se han presentado ofertas formales. Si TSMC y Broadcom deciden avanzar, deberán encontrar soluciones que satisfagan las preocupaciones regulatorias y de seguridad nacional, posiblemente incluyendo la participación de socios estadounidenses.
Una eventual división de Intel representaría un cambio hacia la especialización en la industria, separando las operaciones de diseño y fabricación de chips. El desenlace de estas negociaciones dependerá de factores políticos y económicos que aún están por definirse.